LOS CONSEJOS ALIMENTARIOS ¿QUÉ SON?

Los consejos son iniciativas que parten desde el ámbito local, donde la ciudadanía puede influir en las decisiones que se toman en el ámbito municipal en relación al sistema agroalimentario del territorio. Aquí te contamos algunos ejemplos y sus mecanismo de funcionamiento.

Muchas ciudades y pueblos ya han empezado a imaginar y caminar hacia la creación de otro sistema alimentario que tenga en cuenta la calidad de vida, nuestra salud, la economía local, la justicia social o el medio ambiente. Y en muchos lugares se han creado Consejos Alimentarios, una figura de participación social que permite definir, modificar o desarrollar políticas alimentarias en un territorio concreto.

Los consejos alimentarios son entidades o espacios de deliberación donde convergen diferentes actores y sectores de un espacio geográfico delimitado (municipal, comarcal, provincial, regional o estatal) cuya principal razón de ser es definir, modificar o desarrollar políticas alimentarias.

Los consejos son iniciativas que parten desde el ámbito local, donde la ciudadanía puede influir en las decisiones que se toman en el ámbito municipal. Suelen partir de movimientos u organizaciones sociales donde surge interés por incidir en las políticas alimentarias de un territorio. Normalmente se crean a través de la legislación específica mediante una orden ejecutiva, y una vez creado el trabajo se va desarrollando a través de la organización conjunta entre las personas que participan y los representantes políticos y de la administración, construyéndose alianzas y propuestas concretas para ir cambiando poco a poco aspectos del sistema alimentario del territorio. Son procesos complejos y normalmente lentos, pero pueden influir significativamente en las políticas alimentarias y el sistema agroalimentario local.

LOS CONSEJOS ALIMENTARIOS:

Establecen conexiones y facilitan la coordinación entre los diferentes actores (sector público, privado y sociedad civil) y ámbitos implicados en el sistema alimentario (producción, consumo, transformación, distribución, etc.).

Conforman un foro de discusión para promover, evaluar, revisar y asesorar políticas públicas locales que contribuyan a mejorar el sistema alimentario y a aportar herramientas para su transformación.

Informan y sensibilizan a la sociedad civil sobre el sistema alimentario.

¿Sabías que? En el Estado español existen todavía más de 1000 pueblos y aldeas donde perviven los concejos abiertos, juntas vecinales o asambleas populares, formas de estructura social orientadas a organizar y gestionar los espacios y bienes comunes. Estos sistemas de gobernanza desde lo local a través de la participación ciudadana tienen su origen en la Edad Media.

Experiencias que están funcionando

El primer consejo alimentario surgió en 1982 en Knoxville (Estados Unidos). En la actualidad existen más de 263 consejos alimentarios en América del Norte, 44 ciudades del Reino Unido han establecido este tipo de alianzas alimentarias y más de 100 ciudades europeas han firmado el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, donde se recomienda la creación de Consejos para la alimentación.

Una de las experiencias más significativas es Sustainable Food Cities Network en Reino Unido, que fue creada en 2011 con la participación de cinco ciudades y suma ya en la actualidad 45 ciudades y pueblos. Entre las diferentes campañas que organizan también tienen presente importantes acciones de lobby e incidencia política en el ámbito estatal. En Reino Unido también se encuentra el Food Cardiff, que consiguió en 2015 poner en marcha 5 proyectos piloto para 5 escuelas donde ofrecer comida durante las vacaciones escolares.

También son referencia los consejos de Detroit o Toronto, orientados a desarrollar propuestas desde la sociedad civil, reforzando la movilización social en este caso alrededor de la alimentación; o los de San Francisco o Nueva York más centrados en la mejora y coordinación dentro del sector público. También EEUU está el Connecticut Food Policy Council que comenzó trabajando por preservar una zona agrícola y ha desembocado en la creación de la Working Lands Alliance, una organización independiente que se encarga de la protección de 150.000 hectáreas de extensión agraria.

En el Estado español, a partir del Pacto de Milán, empieza a caminar en 2016 la Red de Municipios por la Agroecología, que sin ser una alianza entre consejos alimentarios tiene funciones parecidas. Otros ejemplos en la península son Consejo Alimentario Municipal de Zaragoza desde 2021 o el Consejo Alimentario de Valencia.

Por dónde empezar

Conocer el territorio: para empezar es importante conocer bien el sistema agroalimentario del territorio en relación. 

Consulta aquí los estudios que hemos publicado sobre la Comarca de la Vera (producción, consumo, compra pública o pequeño comercio y hostelería).

Visión conjunta: es necesario desarrollar una visión conjunta del tipo de sistema alimentario que nos gustaría construir.

Durante la primavera de 2023 hemos realizado un proceso participativo en el que, a través de encuentros y actividades, se han recogido las diferentes propuestas e ideas para redactar una estrategia comarcal alimentaria.

Representación y participación: los consejos deben reflejar la diversidad de actores e intereses que hay en un sistema agroalimentario (sociedad civil, gobierno local y entes públicos y sector privado). Los integrantes de un consejo se suelen elegir por: autoselección (al inicio), solicitud o selección directa desde el propio consejo.

Si estás interesado/a en el proceso de creación de un Consejo Alimentario en La Vera escríbenos.

Funcionamiento

No hay una única forma de funcionamiento, cada Consejo debe decidir su propia forma de organización: cómo se realiza la toma de decisiones, cómo se toman las decisiones sobre los aspectos que queremos abordar, cuándo y de qué manera se reúne, etc.

Pero hay ciertos aspectos que es interesante tener en cuenta:

  • Relación con el gobierno: hay consejos que son completamente independientes y concejos que están integrados en instituciones públicas, la mayoría tienen un modelo híbrido donde la organización es independiente pero cuenta con la participación de representantes del ente municipal.  
  • Estructura: desde formas más verticales donde hay un comité de dirección hasta las más horizontales, pero teniendo en cuenta que uno de los objetivos principales es que el consejo alimentario sea un espacio de discusión entre diversos actores para crear un sistema alimentario más inclusivo.
  • Recursos y financiación: la participación en la gran mayoría de casos es voluntaria (excepto en algunas iniciativas donde se ha conseguido que personal del ayuntamiento dedique parte de su jornada de trabajo). Es por esto que es importante que el plan de trabajo sea acorde a los tiempos de dedicación. La búsqueda de apoyo económico para realizar las diferentes acciones constituye un aspecto clave para consolidar el trabajo del consejo (financiación pública a través de ayudas y subvenciones, aportaciones privadas, recaudación a través de campañas o donaciones en especie).
  • Conexión con la población: para evitar nuevas estructuras donde solo una minoría está invitada a participar es importante diseñar formas de involucrar al resto de la población (accesibilidad a los espacios participativos, organización de eventos, talleres o conferencias, comunicación de las acciones y avances a través de boletines informativos o redes sociales, etc.).
 
Para más información puedes leer el estudio completo sobre los consejos alimentarios aquí, publicado por la revista Soberanía Alimentaria en 2016.

Contacto